sábado, 25 de abril de 2015

Salamanca inhumana

Buena gana de decir "Salamanca inaccesible" (por más que desde el Ayuntamiento digan que ellos trabajan por mejorar la accesibilidad, bla, bla, bla) cuando esta imagen deja patente que Salamanca cada día es más inhumana.

Y lo es, precisamente por este Ayuntamiento que trabaja denodadamente porque los coches aparquen en batería y metan el morro en las aceras. Porque "todo" va a las aceras (papeleras, contenedores, semáforos, señales, publicidad, bancos, etc.). Y porque si alguien, sobre todas las cosas, machaca a los demás -de forma feudal-, son los hosteleros.

Éstos, con la condescendencia e incluso el ánimo del Ayuntamiento, han sembrado la ciudad de mesas y sillas, aunque nadie consuma nada. Ellos, cada mañana delimitan su parcela, se la apropian e impiden que los demás podamos transitar con normalidad.

Por ahí no pasa un coche de niño, ni una silla de ruedas, ni una pareja agarrada del brazo. Qué decir a esas horas en las que, por la cercanía de un colegio, esa acera es muy utilizada, se forma un colapso y las sillas y las mesas vacías. Todo por un trozo de terreno, por ocupar lo que es de todos.

Y el Excelentísimo que lo consiente, que lo defiende, que lo ampara, que lo potencia. Y no es porque esa terraza genere un puesto de trabajo (ni esa ni ninguna otra), ni tampoco porque deje cuantiosos ingresos en las arcas municipales: es sólo porque creen que la ciudad es suya.

En la Calle Alamedilla, frente al Colegio Público "Rufino Blanco".

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