martes, 30 de junio de 2015

La lucha de clases existe

"La lucha de clases existe... ¡y la han ganado los ricos!". Esta frase, doblemente reveladora, es el título del libro en el que Marco Revelli nos desvela la historia y desmonta de forma implacable el hardware teórico de la ideología neoliberal.
La desigualdad creciente, la destrucción de las clases medias, el menosprecio por el medio ambiente, los retrocesos sociales hacen pensar que, efectivamente, hubo una lucha de clases que a la postre ¡HAN GANADO LOS RICOS!
En el modelo de desarrollo que se instauró después de la Segunda Guerra Mundial y que llevó a la sociedad occidental a un progreso y a una paz social sin precedentes, las aspiraciones eran la igualdad y el pleno empleo. La ideología neoliberal gestada desde finales de los años 1970 marcó el comienzo de un cambio de rumbo radical y el objetivo prioritario de las políticas pasó a ser, por encima de cualquier otra consideración, el crecimiento económico. Desde entonces, las nociones de que los impuestos a los que más ganan desalientan la actividad económica y de que cierta cantidad de pobreza y de desempleo es “buena” para ese crecimiento han tomado carta de naturaleza y se han convertido en paradigma aceptado con resignación.

sábado, 20 de junio de 2015

Consumir es un acto político

El libro "Carro de Combate. Consumir es un acto político", de Laura Villadiego y Nazaret Castro, trata de aportar las claves para explicar por qué consumimos, cómo consumimos y qué se puede lograr transformando nuestros hábitos.
¿De dónde vienen los productos que consumimos? ¿Qué contienen los alimentos que compramos? Parecen preguntas sencillas y, sin embargo, sabemos muy poco de los productos que componen nuestra cesta de la compra.
Las etiquetas de los alimentos que adquirimos suelen ser ininteligibles para el consumidor medio y resulta virtualmente imposible saber de dónde vienen las materias primas con las que fueron elaborados. La opacidad sirve a menudo para ocultar las deficiencias nutritivas de los alimentos, la toxicidad de los detergentes y cosméticos o el despilfarro que suponen los embalajes.
El capitalismo es un sistema económico no sólo extremamente injusto socialmente, sino también muy despilfarrador.
Las autoras han ampliado sus objetivos y además del libro tienen un blog para seguir cambiando el mundo desde abajo, poco a poco

lunes, 15 de junio de 2015

Un lugar diferente

El documental "Un lugar diferente", dirigido por los periodistas Eduardo López-Jamar y Rafael González, muestra los desmanes en la balsa de fosfoyesos de Huelva, un problema medioambiental y de salud que se topa con demasiados lazos políticos y puertas giratorias.


El documental hace un recorrido histórico de la instalación del Polo Químico en Huelva, visita la balsa de fosfoyesos para hacer mediciones de radiación y habla con ecologistas, representantes de las tres administraciones y de la empresa, ex trabajadores de las fábricas, expertos en salud pública, investigadores y afectados, en una visión completa y exhaustiva del problema.
Greenpeace denunció que las balsas de fosfoyesos emiten radiación 27 veces por encima de lo permitido por la ley española.
La balsa de fosfoyesos de Huelva supone, además, un grave caso de salud pública. Los estudios realizados por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III o la Universidad Pompeu Fabra, indican que el índice de cáncer en esa zona es el más elevado de España, con un riesgo un 50% mayor que en el resto del país. Un estudio del CSIC indica que en Huelva hay un exceso de mortalidad por cáncer del orden del 10% para los hombres y del 6% para las mujeres, en comparación con la media andaluza.

miércoles, 10 de junio de 2015

Salamanca, una ciudad peligrosa para caminar

El último atropello de una señora junto a la Plaza de Barcelona evidencia un grave problema de seguridad ciudadana que es demasiado habitual en Salamanca. Y lo que es peor es que muchas veces el atropello acaba con la vida de la persona que atravesaba por los pasos habilitados. Pero ello no se puede considerar fruto de la mala suerte si no de una conducta habitual entre los conductores de esta ciudad que no suelen respetar los pasos de cebra.

En el código de circulación el peatón tiene prioridad absoluta frente al automóvil pero en Salamanca paso de cebra significa cruzar con precaución si no viene un coche por la calzada. Esta infracción es una práctica habitual entre los conductores salmantinos y desde el Comité Antinuclear entendemos que el ayuntamiento tiene buena parte de la responsabilidad pues es la autoridad que tiene las competencias en materia de tráfico y seguridad vial en las vías urbanas.

Desde este colectivo exigimos que los agentes del ayuntamiento lleven a cabo campañas de vigilancia, control y en su caso sanción de los infractores que no respeten los pasos de cebra. Si los conductores no respetan los pasos de cebra es porque saben que en el 99 por ciento de los casos su conducta va a quedar impune. Está demostrado que sólo después de campañas sistemáticas y sanciones en casos de infracción, los conductores acaban por interiorizar las normas más elementales de seguridad vial y por respetar las vidas de los peatones.

El ayuntamiento de esta ciudad está haciendo dejación de funciones en materia de vigilancia de pasos de cebra por lo que cruzar uno de estos puntos señalados en la calzada es un acto de heroísmo, hasta el punto de que en ocasiones parece que el peatón tiene que pedir perdón por haber entorpecido la marcha del automóvil.

Por otro lado condenamos el diseño de los viales que están dando prioridad a la velocidad de los automóviles frente a la seguridad de los que circulan a pié o en bicicleta, colectivos más vulnerables y que son los que contribuyen a reducir los niveles de contaminación y de ruido de la ciudad. En muchas ocasiones el peatón se ve forzado a cruzar por la calzada porque hay intersecciones en las que no existen pasos de cebra o sólo hay dos en lugar de cuatro como sucede en la Avenida de Italia en su intersección con Álvaro Gil. Y lo que es más lamentable es que incluso se están suprimiendo pasos de cebra diseñados por los técnicos de tráfico como los de la Avenida de Portugal. Lo más grave aún es que el motivo de la supresión de estos pasos de cebra fueron las constantes infracciones de los conductores que no los respetaban. En lugar de sancionar a los infractores, se suprimieron los pasos de los peatones lo que obliga a estos a realizar rodeos -si no quieren atravesar indebidamente- de más de cien metros, para que los vehículos circulen a toda velocidad rebasando incluso la permitida.

Por todo ello el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca exige la implantación de campañas sistemáticas de control y vigilancia de los pasos de cebra de la ciudad con la finalidad de hacer cumplir las normas de circulación.