lunes, 10 de octubre de 2016

El retorno a la naturaleza

Henry David Thoreau, abandona en 1845 la casa familiar de Concord y se muda a una cabaña al borde de la laguna de Walden, de ahí en adelante un ensayo sobre la vida en los bosques: Walden, editado por Errata naturae.

Pero en los últimos tiempos los títulos sobre la vida, el experiencia temporal, el retorno y la invitación a que los humanos vivamos en la naturaleza se ha hecho hueco en las estanterías de las librerías.

El más exitoso -en Inglaterra- y más cercano puede ser "La vida del pastor" (Debate) que ha escrito James Rebanks, un pastor inglés que fracasó en su intento por ir a la ciudad y retomó el oficio de sus antepasados. Buen lector, por influencia materna, se adentra en la escritura para ofrecernos paz, rutina, lluvía y prados. Todo un homenaje y un alegato en favor de una labor milenaria.

Si buscamos un libro de calidad literaria asegurada debemos hablar de "Años salvajes. Mi vida y el surf", publicado por Libros del Asteroide y escrito por el periodista William Finnegan, galardonado con el Premio Pulitzer.

Otro premio Pulitzer, Gary Snyder, escribe nueve ensayos sobre el universo físico y sus propiedades: "La práctica de lo salvaje" (Varasek Ediciones). Toda una proclama en favor de las tierras comunales para lo que se basa en las comunidades más alejadas de la civilización.

En "Leñador" (Errata naturae) Mike Wilson relata la dura vida de los leñadores del noroeste de Canadá.

En "Un año en los bosques" (Errata naturae) Sue Hubbell, huyendo de la sociedad capitalista y de un mundo en guerra, relata su experiencia de soledad y entre animales salvajes.

Por último la denuncia de Edward Abbey, en "El solitario del desierto" (Capitán Swing), sobre la industrialización del oeste americano y la mercantilización del Parque Nacional de Los Arcos.

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