viernes, 22 de junio de 2012

A la temperatura adecuada

En el verano "olas de calor", en el invierno "olas de frío". Cualquier extremo, por corto que sea se convierte en la excusa perfecta para dar el paso y hacerse con equipos de calefacción, aire acondicionado, climatización, etc... sin probar antes a cambiar nuestros hábitos, lugares de estancia, el aislamiento del lugar, abrigarse, desabrigarse...

Todavía hay lugares, a pesar del coste económico de la energía, en los que personas con cierta autoridad en los mismos, cometen excesos. ¡Qué cómodo es eso de poder estar en manga corta en pleno invierno...!. ¿Y pasar frío en verano en alguna biblioteca, cafetería, oficina, establecimiento...?. No es cómodo para los usuarios.

Se trata, además de un derroche económico y de energía. Energía que es muy costosa de producir y su producción tiene enormes consecuencias: infraestructuras, tecnologías, contaminación, calentamiento del planeta... sólo el aparato de aire acondicionado ¿cuánto calentará para enfriar?, ¿para producir la energía que necesita?, ¿y para fabricarlo?.

En el año 2009 el Gobierno de España aprobó la regulación que limita las temperaturas en los espacios públicos una normativa que se aplicará en el interior de los edificios y locales climatizados destinados a usos administrativos, comerciales, culturales, de ocio, y en estaciones de transporte, con el fin de reducir su consumo de energía. La temperatura del aire en los recintos calefactados no será superior a 21º C, mientras que en los recintos refrigerados no será inferior a 26º C, con un mantenimiento en ambos casos de una humedad relativa comprendida entre el 30% y el 70%. Con el fin de ahorrar energía, se establece además que los edificios y locales con acceso desde la calle dispondrán de un sistema de cierre de puertas que impidan que éstas permanezcan abiertas permanentemente.

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