martes, 8 de mayo de 2012

El Plan de Movilidad debe servir para mejorar el servicio público de transporte colectivo

El Comité Antinuclear y Ecologista considera que el nuevo Plan de Movilidad del municipio de Salamanca debe servir para programar la implantación de una serie de mejoras en el servicio público de transporte colectivo, además de una reestructuración del mismo que siempre se debe realizar contando con los municipios del alfoz.

Para esta Asociación toda mejora en ese servicio servirá, sin duda, para reducir los vehículos privados en circulación y en consecuencia los problemas de tráfico, de contaminación y de integración de clases de sociales. El servicio actual, estructurado hace más de veinte años, es obsoleto y aunque se ha ido adaptando (no siempre para llegar a más personas) a los cambios de la ciudad, debe volver a ser pensado, desde cero, integrando el servicio municipal con el comarcal o interurbano.

El Comité Antinuclear y Ecologista apunta algunas mejoras que el servicio público de transporte ya debería haber adoptado:
  • integración del servicio municipal e interurbano;
  • reestructuración de líneas, creación de nuevas líneas, nuevos recorridos...;
  • vías para uso exclusivo de transporte público (Calle San Pablo y Puente Enrique Esteban) y carriles (Gran Vía y Avda. Mirat);
  • mayor dinamismo y adaptabilidad de las líneas (hora de comienzo, de finalización, recorrido, capacidad del autobús...) puesto que no todas son iguales y tampoco lo son en todos los momentos del día y de cada día;
  • mejora en la información: divulgación actualizada del plano de líneas (paradas, autobuses, nuevas tecnologías...) y del recorrido de cada línea, información del tiempo de espera en todas las paradas existentes y no sólo en algunas de las más concurridas. Resulta increíble a estas alturas que por la noche los mapas no sean legibles por falta de luz o por el tamaño de los símbolos.
De igual manera, el Plan de Movilidad no debe obviar la existencia de una magnífica vía de ferrocarril, infrautilizada, que conecta importantes núcleos de población y muchos barrios de la ciudad. Esta infraestructura debe ser considerada como una potencial y futura línea para crear un tren de cercanías que vertebre, con preferencia y rapidez, a miles de personas (hogares -localidades, barrios-, puestos de trabajo, centros escolares, zonas comerciales e industriales...) en un espacio físico aceptable para su funcionamiento y su rentabilidad.

Las políticas que hasta ahora se vienen practicando, han invertido en infraestructuras bajo la excusa infinita de dar más espacio y comodidad al vehículo privado; alimentando de esta forma el problema, a la vez que agrandando su dimensión. Es hora de invertir dinero y dedicar tiempo al servicio público de transporte colectivo y de hacerlo con la intención de reducir el número de vehículos privados existente. Esa inversión, como ya se estudia en Madrid, debe proceder de la recaudación de impuestos y sanciones al vehículo privado; y no del bolsillo de quien, con sus impuestos y su billete, apuesta por una ciudad más sostenible. El abuso del coche debe ser penalizado en favor del usuario del transporte público.

El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca propone que el nuevo Plan de Movilidad de Salamanca sirva para establecer un calendario en la peatonalización de nuevas calles; dar mayor prioridad, espacio y seguridad a los peatones; reducir el uso del vehículo privado en los desplazamientos urbanos; generar una nueva cultura de la bici; e implantar un servicio de transporte público colectivo de carácter comarcal y a la altura del siglo XXI y de la ciudad actual. Con todo ello, se hará de Salamanca una ciudad más sostenible y saludable para todos sus vecinos y más eficiente para el propio consistorio.

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