Pero a todos esos ámbitos, y más (vivienda, becas, salarios, recursos sociales...), los dirigentes políticos de este país les han recortado sus partidas presupuestarias hasta límites tercermundistas, dejando desprotegidas a las clases medias y bajas de nuestra sociedad.
Si mal está matar animales y convertir la matanza en espectáculo público... que en tiempos de asfixia económica como los actuales esos espectáculos sean subvencionados... no está mal, no: es para dimitir.
El caso es que la Diputación Provincial ha subvencionado con 30.000 euros a los 19 ayuntamientos menores de 20.000 habitantes que han celebrado becerradas y novilladas en las que han participado ¡¡alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca!!. En esos "festejos" han sido asesinados 60 novillos.
Los pueblos "en fiestas" son: San Felices de los Gallegos, Sancti-Spíritus, Martín de Yeltes, Hinojosa de Duero, Saucelle, Villarino de los Aires, Silvestre, Sequeros, Lumbrales, Aldeadávila de la Ribera, Villavieja de Yeltes, Mieza, El Tornadizo, Bañobárez, Barruecopardo, Pereña, San Martín del Castañar, Masueco y El Maillo.
En los últimos días se ha sabido que "una fundación pública fomentará la fiesta de los toros en Málaga" y se matiza "no supondrá sobrecoste alguno y animará a la participación privada en la gestión"... algún gasto habrá ¿no?.
Por si todo esto fuera poco resulta censurable que algunos colegios privados, grupos de amigos... organicen (directa o indirectamente) capeas y actividades similares en las que no sólo participan personas que no tienen idea de cómo debe ser tratado el animal, resulta que esas personas pueden ser menores, mientras la actividad se desarrolla en un ambiente de desprecio hacia el animal que es perseguido y maltratado.
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