¿Te imaginas todo un día sin comprar?. ¿Cuántos días podríamos pasarnos sin comprar?. ¿Y sin comprar cosas superfluas, innecesarias, contaminantes, insostenibles, etc.?. ¿Seremos felices si dejamos de comprar "por comprar"?.
El próximo día 25 es el Día sin Compras: una huelga simbólica de compradores que se celebra cada año, desde hace más de dos décadas, coincidiendo con una de las jornadas más consumistas en Norteamérica, el llamado "Black Friday" o viernes negro en el que se lanzan ofertas para incentivar las compras y disparar la campaña navideña. En resumen, las cadenas comerciales se apuntan a las promociones especiales haciendo creer a la ciudadanía que el planeta no tiene límite y el bienestar cabe en una bolsa.
El "Día Sin Compras" critica el modelo de producción y consumo que busca superar las cifras de venta y de beneficio en cada campaña, con productos fabricados en lugares y por personas que no podrán disfrutar de ellos y con gran impacto medioambiental.
Pero no olvidemos que los gestos no son cosa de un día. Nuestro consumo debe ser consciente, crítico y responsable todo el año.
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