"Desde que el mundo es mundo", una película del cineasta alemán Günter Schwaiger, que es una deliciosa puesta en escena de la cotidianeidad de España. Un trabajo que no renuncia a la estética, a los cuidados, a los detalles, a los encuadres... con naturalidad.
Así, de esa forma tan normal, nos acercamos a nuestra sociedad y su filosofía.
El protagonista, Gonzalo, es agricultor y vive con su familia en un pequeño pueblo de la Ribera del Duero, en el norte de Castilla. La antigua y sabia tradición de producir los alimentos que consume, desde la matanza del cerdo hasta su propio vino, le ha venido muy bien en estos tiempos de crisis que se viven en España donde el cierre de fábricas, el paro y las duras imposiciones de la industria alimenticia obligan a los pequeños pueblos a luchar por sobrevivir.
Como desde los tiempos remotos, su ciclo anual está marcado por la siembra y la cosecha así como por las fiestas y las costumbres, nunca faltan dificultades y problemas pero tampoco alegría y satisfacción.
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