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domingo, 25 de agosto de 2013

Que asfalten las aceras

La operación asfalto que cada mes de agosto llega a Salamanca afectará esta noche al tramo del Paseo de Canalejas comprendido entre el Paseo de San Antonio y la Plaza de España.

Los trabajos previos a la aplicación de la capa de aglomerado y a otras obras en la mediana, ya nos han permitido comprobar que lo noticioso no es el asfaltado, lo noticioso son sus consecuencias.

Independientemente de que quien necesita cuidados e inversiones son las aceras (estrechas, desniveladas, con baldosas sueltas, con baldosas rotas -por los coches-, llenas de obstáculos -cuadros de registro, farolas, chirimbolos publicitarios, contenedores, coches mal aparcados...-) pero éstos no llegarán hasta que los comerciantes se quejen porque el agua de lluvia, al estar las aceras por debajo de la calzada, se les meta en las tiendas. En este caso, insistimos, debemos fijarnos en otras actuaciones que se van a materializar con este asfaltado y que no son más que la aplicación de un Plan de Movilidad oculto que entrega la ciudad al coche y manda a los peatones "a paseo".

A partir de ahora los peatones procedentes o con destino el Paseo Estrecho de San Antonio tendrán que caminar unos metros más para cruzar hacia el centro de la ciudad. Será si o si, ya que el Ayuntamiento se encargará de poner una valla (¡también en la acera!) para que no crucen por donde deberían y sí por donde a los coches les conviene.

Lo mismo ocurrirá enfrente del colegio de las Salesianas donde la mediana desaparecerá para que los autobuses metropolitanos se incorporen desde la Calle Padilla hasta Paseo de Canalejas y luego bajen por Sancti Spiritus (eso será otro tema). El paso de peatones, ahí, se subirá unos cuantos metros más, alejándolo, también, del itinerario peatonal que debe hacer coincidir los pasos de peatones con la continuidad de las aceras.

Estas medidas hace un año fueron tomadas en la Plaza España y Gran Vía, con resultados nefastos para la comodidad de los peatones, para su movilidad e incluso para la convivencia con el coche. De otra forma, son medidas contrarias a los objetivos del Plan de Movilidad tanto de palabra-intención como de porcentaje-tendencia.

Aceras arruinadas y calzadas cuidadas, peatones discriminados y coches favorecidos... el Ayuntamiento debería ser más claro y no ocultar sus deseos. Que asfalten las aceras.

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