Oficialmente se llama "reorganización" a la supresión de servicios.Las medidas que a Salamanca y los salmantinos más afectan, o más directamente, serían las siguientes:
- supresión de catorce viajes semanales entre Salamanca y Madrid;
- y supresión de la base de mantenimiento (se trasladaría a Valladolid y afectaría a más de cien puestos de trabajo)
Antes del 1 de junio la Junta de Castilla y León podría evitar la desaparición de estos servicios haciéndose cargo de su mantenimiento. Por lo que las esperanzas para los salmantinos se reducen nuevamente.
La pérdida de servicio lleva aparejada la pérdida de puestos de trabajo, inversiones,... los viajeros tendrán que desplazarse en bus (si lo hay y les conviene) o en coche (si disponen de él y si les compensa). Y afecta a multitud de sectores y personas que se desplazan en tren cada día o en cualquier momento.
Lo peor de los recortes es que no son temporales, son irreversibles: lo que hace un partido, es refrendado por otro.Con este panorama, en el que la "reorganización" sólo pasa por la reducción de trenes y no por la apertura de líneas como la "vía de la plata" (que sería muy interesante). Asistimos a la paulatina desaparición del tren, de las vías, de las estaciones... como siempre había sido conocido: útil, cercano, público, colectivo... Para ello se cuentan con las ayudas más inesperadas.
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