Durante más de un mes, con motivo de las tradicionales fiestas de Navidad y Año y Nuevo, el Ayuntamiento fomentará el consumo a pesar de que en estos tiempos de crisis las Administraciones Públicas no sólo están recortando el poder adquisitivo de los ciudadanos, también les animan a ahorrar; resultando, por tanto, un mensaje oficial contradictorio. El derroche en iluminación no casa con los mensajes de dramática austeridad de las Administraciones hacia unos ciudadanos cada vez más empobrecidos.
Promover el consumo, en la grave situación económica por la que están pasando tantas familias en Salamanca, es inmoral. Parece obvio que la mayoría de la gente gastará sólo en lo necesario y evitará lo superfluo, que por otra parte, seguramente sea el objetivo de quienes proponen más y mejor iluminación: incitar al consumo impulsivo. En el contexto de España, la mayoría de las ciudades este año rebajará el gasto en iluminación navideña fundamentalmente gracias a un menor número de horas y días de encendido, las luces de bajo consumo (led) y a la participación de una mayor financiación privada. Allá donde los comercios participaban de esa iluminación, como es el caso de los situados en el centro histórico de Valencia, éstos han optado por seguir la dinámica iniciada hace tres años de prescindir de dicha iluminación como medida de ahorro, optando por dedicar sus esfuerzos al escaparatismo.
A diferencia de otras ciudades en las que los comerciantes (incluso las grandes superficies) son las que asumen una parte significativa de la inversión a realizar en la instalación y consumo energético (Valladolid, Valencia, Sevilla...), en Salamanca el Ayuntamiento asumirá un coste mayor que en años anteriores sumándose la iluminación de la calle Brocense y la de la Plaza de la Fuente que el pasado año fue costeada por parte de los comerciantes de ambas zonas. Las calles Arco y José Jáuregui de la ciudad de Salamanca se añaden a la lista de las que tendrán iluminación navideña, lo que supone ampliar el gasto y los compromisos futuros del Ayuntamiento.
Los salmantinos desconocemos a cuánto asciende la partida presupuestaria que permite sufragar la compra de nuevos adornos, instalación, desmontaje, mantenimiento y energía. Según el "IV Estudio Alumbrado navideño" que la Asociación pro Derechos Civiles Económicos y Sociales ha publicado en el año 2012, éste muestra cómo el coste de la instalación de la iluminación navideña por habitante y las horas de uso, en Salamanca, son muy superiores a la media nacional.
Para hacer un uso racional de la iluminación navideña el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca propone que el periodo de iluminación navideña sea el comprendido entre los días 21 de diciembre y 5 de enero (ambos incluidos); y que el horario diario establecido por el Ayuntamiento de Salamanca (que se sitúa como uno de los más largos de España) quede fijado entre las 18:00 horas y las 22:00 horas (como ya se hace en muchas ciudades), considerando la posibilidad de alargarlo hasta las 1:00 horas las noches de los días declarados festivos.
Otras consideraciones que no deben ser olvidadas: a pesar del uso de bombillas tipo LED, la iluminación navideña consumirá miles de kilovatios y su producción requerirá contaminar o generar residuos (debido a que las principales formas de producción de energía no son limpias); la instalación de las luces en los árboles es una actividad que degrada a los mismos además de ocasionarles múltiples daños en las diferentes operaciones y en la sujeción del cableado.
Más allá de la instalación de la iluminación navideña, el Ayuntamiento de Salamanca ha puesto en marcha, con el dinero de todos, medidas de apoyo al comercio y la hostelería de la ciudad con el objetivo de fomentar el consumo en Navidad. Siendo ésta una iniciativa que discrimina al resto de empresas y profesionales de la ciudad, los cuáles ejercen actividades productivas no basadas en la intermediación o especulación. Entre esas medidas se encuentra la ocupación de la vía pública, por parte de los establecimientos, y de forma gratuita, con elementos decorativos navideños como alfombras rojas en las aceras (en Valencia se han prohibido); el desarrollo de una campaña publicitaria en medios de comunicación y soportes publicitarios; y un concurso de escaparates.
El Ayuntamiento de Salamanca desconoce que la actividad económica del periodo navideño no genera empleo estable, cualificado o con retribuciones honrosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario