El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca denuncia los continuos retrasos del Ayuntamiento de Salamanca en materia de movilidad, unos retrasos que sólo pueden deberse a intereses ajenos a los generales y a tensas negociaciones entre el Ayuntamiento y diversos sectores o ámbitos de poder. Un ejemplo conocido es la construcción de un gran aparcamiento, de difícil justificación, en la parcela en la cual se encontraba el Teatro Bretón.
Salamanca jamás ha tenido un Plan de Movilidad que marque la política a seguir en materia de tráfico, transporte, peatonalizaciones,... un Plan de Movilidad acorde con el planeamiento urbanístico del municipio, y de las localidades del alfoz, que ordene el crecimiento y evolución de la movilidad de forma sostenible. Por ello en los últimos años se han hecho, y se han pretendido hacer, muchos proyectos de dudoso beneficio para la ciudad y sus habitantes. Esa falta de planificación perjudica tanto a la circulación y aparcamiento de vehículos como a los peatones.
El Plan de Movilidad debería superar la permisividad del Plan General, que permite la construcción de nuevas plazas de aparcamiento rotatorio bajo edificios de nueva construcción, incluso en la zona histórica -como ya ocurrió con el Gran Hotel- si quiere ser eficaz; y no debería ser modificado "puntualmente" atendiendo proyectos concretos y particulares que pronto consiguen la adhesión de los más altos responsables de la ciudad.
Esta asociación ecologista considera que el Plan de Movilidad debe hacer de Salamanca una ciudad más apta para los niños, las personas mayores y discapacitados. Por ello debe estar acompañado de un Plan de Accesibilidad que continúe eliminando barreras arquitectónicas y haciendo de Salamanca una ciudad más accesible no sólo para personas con discapacidad física, sino también psíquica o sensorial.
También, el Plan de Movilidad debe servir para establecer nuevas pautas entorno a la gestión de las "zonas de carga y descarga" en la ciudad histórica: buscando la reducción del número de vehículos y sus dimensiones, creando áreas alejadas de las calles peatonales y prohibiendo la circulación indiscriminada de este tipo de transporte por esas calles.
El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca propone que el nuevo Plan de Movilidad de Salamanca sirva para establecer un calendario en la peatonalización de nuevas calles; dar mayor prioridad, espacio y seguridad a los peatones; reducir el uso del vehículo privado en los desplazamientos urbanos; generar una nueva cultura de la bici; implantar un servicio de transporte público colectivo de carácter comarcal y a la altura del siglo XXI y de la ciudad actual; incrementar el número de usuarios de bici en todas las calles de la ciudad; y reducir la inversión en infraestructuras que favorezcan el uso del vehículo privado (como puentes o parkings) que han demostrado ser costosas e ineficaces. Con todo ello, se hará de Salamanca una ciudad más sostenible y saludable para todos sus vecinos y más eficiente para el propio consistorio.ant
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