El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca, organización que propone la peatonalización de un importante número de calles de la ciudad de Salamanca y que también aboga por dar más espacio al peatón en otras vías en las que éste ve reducido su espacio en favor de la circulación de vehículos, considera que el nuevo Plan de Movilidad también debe establecer medidas eficaces que mejoren la seguridad vial y la convivencia entre vehículos y peatones.
Éstos últimos, los peatones, por su debilidad ven vulnerados sus derechos en numerosas ocasiones. Independientemente de la desfavorable regulación semafórica, situación ya denunciada por esta organización, los vehículos tienden a invadir los pasos de peatones (Plaza España – Calle Toro o Paseo de San Antonio – Parque de los Jesuitas). Pero el hecho más grave es el de los numerosos atropellos con heridas graves y a veces con resultado de muerte.
Cuando los vehículos se encuentran con un semáforo en ámbar, por regla general, el peatón pierde prioridad de paso, tanto por miedo como por el hecho de que muchos automóviles no respetan al peatón. Si a este hecho se le une la atrevida forma de circular de un importante número de conductores, los cuáles rebasan los límites de velocidad o realizan movimientos bruscos, el resultado es que la seguridad y tranquilidad de los peatones se ve muy mermada.
Según los datos de la memoria anual de la Policía Local, en el año 2011 se produjeron en las calles de Salamanca 124 atropellos que se saldaron con 126 víctimas de alguna consideración. Siendo las principales causas de estos accidentes la conducción distraída y el incumplimiento por los conductores de las regulaciones de paso peatonal. Que es lo contrario de la imagen que nos quieren dar, intentando culpabilizar al peatón.
Por ello el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca apuesta por la limitación de la velocidad de circulación en el casco urbano a 30 kilómetros/hora. Una medida que conllevaría tanto la reducción del número de accidentes como su gravedad, además de los accidentes entre vehículos. Por otra parte, la adopción de esta medida reduciría la contaminación, equipararía la competitividad entre medios de transporte y, como está demostrado, el flujo de vehículos.
Un ejemplo de la aplicación de esta medida, a pesar de tratarse de una infracción, es el aparcamiento de vehículos “en doble fila”: una situación lamentable, que suele producirse en las cercanías de pasos de cebra, en la que tanto peatones como conductores pierden visibilidad. Si la velocidad estuviera limitada a 30 kilómetros/hora la reacción de un conductor sería más efectiva al poder frenar en menos espacio.
Respecto a la ubicación de los pasos de peatones, cabe denunciar su eliminación o traslado fuera de los itinerarios más cortos al considerar, cuando no debe ser así, que los peatones están supeditados a los intereses de los automovilistas y de la inalcanzable “fluidez” del tráfico.
Para el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca el Plan de Movilidad tendrá que examinar la realidad de Salamanca y contemplar políticas de seguridad vial. La dotación de una de mayor seguridad al tránsito peatonal iría en favor de una ciudad más sostenible en la que no sólo se usaría menos el coche, habría menos contaminación de gases, partículas y ruido, sino que también los accidentes se reducirían al máximo. Hoy por hoy esa política no existe y el nuevo Plan de Movilidad debe comenzar a establecerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario