El grupo teatral Animalario recupera esta "pesadilla cómica" sobre el poder."El montaplatos" es una historia absurda de obediencia y servidumbre y en la que dos hombres, encerrados en un sótano, irán desgastando sus relaciones hasta el grado del histerismo, mientras llegan órdenes de exóticos menús a través del montaplatos.
En palabras de Andrés Lima, director de teatro, "son dos personas acostumbradas a la violencia y es una reflexión sobre la posibilidad o la no posibilidad de amistad, solidaridad o rebelión. Hay un trasfondo bíblico importante, como si fueran Caín y Abel".
Mientras se produce la degradación humana, El montaplatos, sigue implacable en su mutismo. "Podría ser tu jefe, el Papa, el presidente, Dios, tu mujer, tu marido o tu padre", o el miedo a la muerte. "Hay una mirada crítica hacia el ser humano y sobre todo hacia esa estúpida relación de obediencia y servidumbre hacia el poder con un cuestionamiento: a veces somos estúpidos porque no queremos abrir los ojos. Se admite todo lo que venga del poder aunque esto sea absurdo, que lo es", añade el director.
Pinter era muy hábil en exprimir tensión a través de los silencios."Aunque fue escrita en los años sesenta podría ser de hace seis meses, ya que cuenta cómo el poder está empeñado en despojarnos de lo único que nos queda y reírse de nosotros", apunta el actor Guillermo Toledo.
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