Los responsables de la empresa minera nos explicaron en que consistía la explotación que iban a llevar a cabo, con dos núcleos separados por el río Yeltes a la altura del balneario de aguas termales de Retortillo. Se crearían 196 puestos de trabajo y se produciría el 45% de las necesidades actuales de uranio de las centrales nucleares españolas. Posteriormente mantuvimos un debate sobre las consecuencias que iba a tener la mina para el medio ambiente y los habitantes de la comarca. Por parte de Berkeley nos dieron garantías de que la población local no iba a sufrir las consecuencias negativas de la radioactividad y que el impacto medioambiental se reduciría a la mínima expresión por la paulatina restauración del terreno que ocupa la mina. Pero también nos hicieron algunas reflexiones sorprendentes, como que teníamos que estar agradecidos que se llevaran el uranio que de forma natural tenemos en el terreno, con lo que posteriormente bajaría el nivel de radioactividad de la zona o que la actividad minera puede ser motivo de llegada de turistas (según ellos hay personas que viajan a Chernobil). Se produjeron contradicciones entre las dos reuniones ya que Berkeley nos aseguró que hay minas de uranio en funcionamiento en Francia, Eslovaquia, República Checa y Finlandia, mientras que el ingeniero de minas de la charla de Boada nos dijo que si finalmente se abre sería la única mina de uranio en funcionamiento en toda Europa, que esa actividad está prohibida en la mayoría los países europeos (por algo será).
Evidentemente los lugareños no tenemos los conocimientos que tienen los técnicos de Berkeley en un tema tan polémico como es la radioactividad, pero reflexionando sobre el tema, al margen de posicionamientos ideológicos contrarios a la energía nuclear, y navegando por Internet, se pueden obtener las siguientes conclusiones:
- Todos los estudios médicos consultados afirman que existe un riego real de contraer cáncer de pulmón por trabajar en una mina de uranio (Dr. Gondon Edwards, Dra. Stella Swanson, Dr. J.U. Ahmed, etc…). La cuestión a dilucidar es si los pobladores cercanos también tenemos ese riesgo.
- El curso del Yeltes está considerado Zona de especial protección de aves y Lugar de interés comunitario. Es obvio que la actividad minera no es compatible con el valor natural de la comarca.
- Hasta el momento la empresa que da empleo en la comarca es el Balneario de Retortillo. Pienso que las personas que acuden a esta instalación lo hacen en búsqueda de paz y tranquilidad. Ya veremos si las voladuras, el ruido de las máquinas, el peligro de la radioactividad, no van a arruinar esa fuente de ingresos para la zona.
- La mayoría de las minas de uranio están en países con gran superficie y poco poblados, como Canadá, Namibia o Kazajistán. Es difícil imaginar este tipo de minas en lugares poblados desde la antigüedad como es el caso.
- Por último debemos saber que el empleo que se va a generar con la apertura de la mina es mínimo y por un tiempo muy limitado. Es triste que en los tiempos que nos toca vivir tengamos que tragar como bien empleado el riesgo de padecer cáncer por unos pocos años de trabajo.
(concejal de VILLARES DE YELTES).
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